-Te
dije que ya no me quiere.
-Pau,
no seas tonta Pedro te ama.
-Mentira…
ahora que estoy así es demasiada responsabilidad para él y se dio cuenta que no
lo puede sobrellevar.
-Tranquila
no llores más, le haces mal al bebe.
-El
bebe… msh, msh, msh yo pensé… msh, msh que nos iba a unir mas, pero mirá no
quiere saber nada.
-jajajaja
no seas tarada Pau, Pedro te ama solo tenés que darle tiempo para que asimile
la noticia, los hombres por ahí se asustan.
-Pero
él quería estoy segura, no entiendo…. Aaaaaaaaaa si se va no me quedo un minuto
en Carlos Paz.
-Pero
Pau, él no se va a ir, no te va a dejar, dale tranquilizate y trata de dormir
debes cuidar del bebe.
-Sí
pero el padre también y mira lo que me hace, embarazada no me quiere.
-ja
ja ja no Pau, en ningún momento Pedro dijo eso.
-Vos
no escuchaste cuando me lo dijo.
Y
se largaba a llorar sin consuelo alguno, estuvo así hasta que el sueño la
venció y se quedó dormida.
Momento
que aprovechó Pedro para entrar a la habitación sin hacer ruido y sacar el
bolso que tenía en su interior la preciada cajita de terciopelo y su traje, los
zapatos no los pudo sacar porque ella los había colocado en un cajón y para
sacarlos tenía que hacer ruido y no quería despertarla.
Antes
de salir la observa estaba acostada abrazando su panza como queriendo dar
abrigo a su pequeño bebe, la emoción que siente Pedro hace que sus ojos se
llenen de lágrimas.
Regresa
a la habitación que la siente más fría y más silenciosa ya que le parecía
escuchar hasta sus propios pensamientos, se tira sobre la cama y enciende un
cigarrillo a través del humo parecen fluir palabras que él quiere hilvanar para
proponerle casamiento.
Tan
concentrado estaba que no sabe si se durmió o que fue lo que lo despertó pero
el sol se filtraba por la ventana y con decisión se dirige al baño toma una
ducha como para despertarse, toma el bolso de donde había cargado la ropa y con
seguridad sale de la casa, enciende el auto y sale, el rumbo no sabe solo
quiere pensar en su carta de presentación.
…..
Después
de lo que ella piensa fue la peor noche de su vida se levanta, se ducha y sin
muchas ganas de arreglarse, ata su cabello en lo alto, por lo que unos pechones
rebeldes caen desprolijos dándole un aspecto de niña
abandonada y triste además sus ojitos no podían ocultar su tristeza.
-Ya
estás levantada hija.
-Buen
día, ma.
-Vení
vamos a sentarnos afuera que el día está precioso.
-Dale,
Pau cambia esa carita que todo se va a solucionar.
-No
se mamá, y la verdad no se que hice o deje de hacer para que él esté así
conmigo.
-Disfrutemos
del sol que está precioso.
Paula
se sienta en el sillón junto a su mamá y se recuesta sobre su regazo, en los
individuales están su hermana en uno y su amiga, Soche en otro. Le sirvieron
unos bocaditos dulces y los rechazó.
-No
quiero nada… ya se levantó o aún sigue durmiendo??
-Eh
quién??
-Pedro,
tarada.
-Él
no está, salió temprano.
De
golpe se sienta.
-Cómo
que no está??... a dónde fue tan temprano???
-Tranqu….
No
pudo terminar la frase su hermana porque en eso se oye el ruido de la camioneta
que ingresa a la cochera. Paula está de espalda al lugar por donde aparece
Pedro enfundado en una camisa Blanca, pantalón negro, cinturón y saco haciendo
juego pero un pequeño detalle que no combinaba iba descalzo. Como su mamá, su
hermana y su amiga miraban a la persona que se acercaba se da media vuelta para
mirar de lleno al hombre que la hizo llorar prácticamente toda la noche.
-No
aguanto más y creo que si espero un poquito puedo perder lo que más amo. “Te querés casar
conmigo?”
Le
dice Pedro ante la mirada atónita de sus visitas y la mirada mezcla de asombro,
sorpresa y emoción de Paula que al principio no entendió mucho sus palabras y
la pregunta hasta observar en la mano extendida de él una cajita de terciopelo
con un hermoso anillo; no dijo nada, no pudo decir nada porque todas las
palabras se le anudaron en la garganta y cuando sintió el frío metal en su dedo
anular de la mano izquierda, recién ahí pudo ver de qué se trataba ya que todo
el tiempo tuvo clavada la mirada en su novio.
Una
vez hecho esto se fundieron en un beso donde todo se perdió para ellos, el
tiempo, el espacio, nada existía solo ellos y lo que sentían en ese instante,
una mezcla de ternura y emoción, no se soltaban cuando parecía que necesitaban
aire se miraban y volvían a besarse y en varias ocasiones sintieron el sabor
salado de las lágrimas de ambos.
-Te
odio… te amo…. Te odio
Le
decía Paula entre beso y beso, entre lágrimas y risas, él no la soltaba cada
vez la apretaba más contra su cuerpo como queriendo fundirse en ella.
-jajajajaja
Te amo… te amo…
Ninguno
de los dos se dio cuenta en qué momento se quedaron solos, lo único que cuando
pudieron mirar a su alrededor ya nadie estaba ahí. Se miraban y sonreían, Paula
con lágrimas en los ojos le dice.
-Por
q…
-Shhhhh
te das cuenta que no me respondiste a la pregunta??
-Aaayyy
pedímelo de nuevo.
-No!
Si no me respondiste la primera vez jajajaja
-Claro
que me quiero casar con vos, te amo tanto, tanto que me inflo.
-jajajajajaja
vení vamos a mostrárselo a tu mamá.
-Si
pobres, se fueron… Mamá!!! Delfina!!!! Miren
mi anillo de compromiso.