Que
difícil sería sorprenderla cuando lo único que quiere es abrazarla y mimarla
todo el tiempo, habían pasado unos días de la explosión en los medio, que quedó
como una de las bombas del verano pero como no lo confirmaron todos los medios
hacen especulaciones.
Eran
los pensamientos de Pedro mientras se dirigía al aeropuerto de VCP a buscar a
su cuñadita que llegaba de Buenos Aires para mimar a Paula.
-Por
fin!!! Jajajaja pensé que te dijeron que me vayas a buscar a buenos aires.
-Ay,
ay, ay ella y sus chistes uruguayos.
-jajajajajaja
que tarado vení para acá que te parto en un abrazo.
Le
tiró lo brazos a la cintura de Pedro, él lo hizo por los hombros y así se
fundidos en un abrazo Delfina llora la felicidad de ser la futura tía del bebe
de su hermana mayor y ese hombre que en ese momento para ella era un gigante.
-Que
felicidad tan inmensa, Pepe.
-Sí,
la verdad no damos más de tanta felicidad.
-Cómo
haces para contenerte de no gritarlo.
-Eso
me cuesta, tanto acordarme los ocho de una coreo jajajaja.
-La
noticia más grande del año.
-jajajajaja
vamos por tu bolso porque tu hermanita ya está llamando. Hola mi amor, acá ya
llevo el paquete, sí sí llegó con algunos raspones pero enterita. Ay, ay, ay
-Callate
tarado que te estoy escuchando.
-La
escuchaste, está más que enterita, la mocosa jajajajaja ya vamos amor.
Emprenden
el camino a la Villa, más precisamente a la casa que alquilaron con su novia.
Verla abrazar a su hermanita y llorar juntas de la felicidad eran una de las
cosas impagables que tiene este verano tan pero tan distinto a todos los que
hubo y los que vendrán.
-Mi
gorda bella jajajajajaja
-Callate
tarada que con lo que devuelvo voy a quedar piel y caroso jajajajaja.
-No
te preocupes que lo sabe recuperar.
El
baja la valija de Delfina y la lleva a una de las habitaciones y al pasar por
la suya se dirige a la valija que tiene el presente sagrado que sellará su
futuro con la mujer que ama, la mamá de su hijo. Que puede hacer, sus años en
la productora viendo y ayudando en la creatividad de tantos programas algo se
le tiene que ocurrir.
…..
Los
vuelcos del estómago de Pau, la dejaban cansada y siempre esperaba la llegada
de su novio para asegurarse que todo estuviera bien, pero esta vez no fue así
lo esperó pero no llegó nunca entonces decidió ir ella a buscarlo. Lo encuentra
sentado cerca del ingreso al escenario.
-Que
te pasa, Gordo???
-Nada,
por???
-Porqué
estás acá y con esa cara como de enojado.
-Ay
Paula no comiences, no me pasa nada recién terminé de hablar con Ezequiel,
necesitabas algo???
-Nada,
Pedro, Nada.
La
ve alejarse enojada y confundida, la observa eso es “el ofendido”.
-Veamos
cuanto aguanto verla así.
Las
escenas se suceden y el esperado momento paso como viento de primavera, muy
suave, ya que el beso final fue lo más seco y sin sabor que ella había recibido
en estos dos años fue el de la segunda función y su cabeza es un revuelo.
-Vamos
a casa, gordo???
-Anda
vos con Delfina y Alejandra, yo me voy con los chicos a un restó cercano.
-Pero….
No
pudo terminar la frase porque él ya le había dado la espalda y se alejaba para
el camarín y la deja ahí parada con la boca abierta.
Él
entra cierra los ojos y sonríe “no sé cómo voy aguantar no matarla a besos” se
dice pero si logra su propósito esto solo sería una gran anécdota. Se fue con
los chicos a cenar pero no se sentía cómodo, reía, bromeaba pero su pensamiento
estaban a kilómetros de ahí, en la habitación de una mujer, su mujer.
Ella
frotaba su panza aún chata pensando en que pudo haber hecho para que Pedro no
la acompañara como todas las noches y prefiriera ir con parte del elenco a
cenar, sendas lágrimas caen por sus mejillas con el solo hecho de pensar en él
y sentir el frío de su lado de la cama. “soy una tonta, también tiene que tener
su espacio” pensaba pero al instante decía en voz alta.
-“Pero
voy a tener un hijo suyo, yo debo ser la prioridad no la comida”
Y
con esa actitud se acomodaba para dormir, decidida que la razón estaba de su
parte. Un intenso vació en el estómago la hace correr al baño a devolver parte
de la cena. Por eso no oyó el ruido del auto cuando entraba a la cochera ni a
Pedro entrando a la habitación.
Él
la oye en el baño y su corazón le aprieta el pecho por el remordimiento, el
bebe se afirmaba en la panza y a la mamá la tenía a los tumbos.
Salir
y encontrarse con él fue un gran alivio aunque decide hacerse la ofendida y sin
dirigirle la mirada ni la palabra se acuesta, automáticamente le da la espalda
y cierra sus ojos pero en sus labios se
dibuja una sonrisa. Ahora sí podría dormir tranquila su parte de la cama estaba
ocupada y calentita.
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